Caminar por las calles y avenidas de la Ciudad de México, así como viajar en el transporte público de pasajeros es todo un agasajo, ya que encuentras de todo y a la vista de todos, y que en muchas ocasiones, no lo alcanzamos a percibir, observar o sentir lo qué pasa por esta gran selva de asfalto.
Ciclistas a toda velocidad utilizando el carril destinado para el Metrobús sin importar el peligro que representa; o bien, lo que hay debajo de las coladeras, en el drenaje, todo tipo de follaje, hasta troncos de árboles, acompañado de la basura que a su vez son generadoras de las inundaciones en la ahora CDMX.
Lo mismo, vehículos de todo tipo estacionados en la vía pública, obstruyendo carriles, y provocando caos vial y contaminación, o bien, el hilo negro que recientemente, descubrieron algunos legisladores locales, del grave peligro que representa el pesado cableado, es decir, los postes (fracturados) de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) utilizados por diversas compañías de telefonía o televisión de paga sin mayor problema.

Presenta fractura y está cargado de pesado cableado
No esta por demás, referirse al grave problema de la polución, acompañado de las heces fecales de las mascotas, que algunos responsables ciudadanos tienen a bien levantar o recoger con la “bolsita de plástico”, pero que metros más adelante la tirar debajo de un arbusto o árbol, sin que nadie los vea; lo mismo, ciudadanos que defecan en las calles y avenidas.
Personas durmiendo en la calle, indigentes que se quedan donde las caiga el día, la noche, la hora que sea, lamentable, al igual que adultos mayores, realizando labores de aseo en las estaciones del Metrobús, gracias por su esfuerzo y dedicación, y que tengan un “buen salario”.
Lo que encontramos y observamos durante la semana que concluye, también son los ricos y sabrosos polvorones y campechanas que se venden en la vía pública, en bajo puentes, donde se percibe todo tipo de olores, fétidos y el polvo, pero es lo de menos, finalmente, porque no, disfrutar un taco placero, luego de comprar el chicharrón en la tortillería de la esquina, así como los elementos de la SSPCDMX que aprovechan unos minutos para disfrutar de una “guajolota” con café o atole.
Eso es nuestra querida Ciudad de México.
Fotos: Página Ciudadana